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Domaine & Cie

Hotel de encanto en el corazón
de los castillos del Loira

Feudo de los protestantes durante la conjura de Amboise en 1560, está orgullosa residencia del siglo XVI es miembro de Hôtels & Préférence desde 1992. El aliento de historia encanta este lugar, que es también de gran comodidad, totalmente contemporánea.

El castillo de Noizay, edificio del siglo XVI, fue reconstruido por Georges de Vercle y Andrée, dama de Noizay, de 1514 a 1540, en el emplazamiento de un castillo feudal conocido desde el siglo XII. Su historia fue marcada durante la guerra de religión entre los protestantes y los católicos, durante la cual fue el teatro de los episodios de la conjura de Amboise.

Cuartel general de los conjurados

En efecto, en 1560, durante la minoría del rey Francisco II, los protestantes, instigados por el Príncipe de Condé, complotaron secuestrar al joven rey, prisionero del imperio de la familia de los Guisa. El Príncipe de Condé escogió La Renaudie como jefe de este complot, cuyas tropas eran dirigidas por un gentil hombre de apellido Castelnau.

El Duque de Guisa, horrorizado ante esta noticia, agrupó a sus tropas y transfirió la corte del joven rey del castillo de Blois al de Amboise, cuya defensa era más fácil. Es en este instante preciso que el Castillo de Noizay entró en la historia de Francia. Cerca del Castillo de Amboise, los conjurados lo escogieron para establecer su cuartel general. Esta traición los perdió. El Duque de Guisa ordenó al Duque de Nemours sitiar el castillo de Noizay. Después de una sangrienta batalla, La Renaudie, herido por una flecha de ballesta, fue llevado al Patio de Amboise con sus partidarios donde fueron colgados en el balcón del castillo, come ejemplo, frente al Loira.

Cuartel general de los conjurados

Desde entonces, el castillo de Noizay se ha convertido en el teatro de aventuras menos sangrientas y en el transcurso de los siglos representa el placer de vivir en Turena en esta comarca de los reyes de Francia. Es así como perteneció a diferentes familias hasta mediados del siglo XVIII cuando fue restaurado después de un incendio.

Atravesando el tiempo sin la más mínima arruga, fue embellecido en 1989 para convertirse en una encantadora residencia privada transformada en hotel 5 estrellas conservando siempre su encanto de antaño. En la entrada principal se encuentra una escalera de caracol de madera que domina los vitrales de La Renaudie y Castelnau.